Esta es la historia de un muñeco que vivía en el País de la Plastilina.
Un muñeco blandengue y larguirucho, de cabeza redonda y sonrisa grande. Estaba convencido de que su inventor, el Señor Pocoloco, un día lo metería en su maleta y lo llevaría hasta un pueblecito donde sería el compañero ideal de juegos de los niños. Allí lo vestirían con hermosos ropajes y un sombrero de muchos colores.
Lo que no sabía el muñeco era que, el Señor Pocoloco no tenía ninguna intención de llevarle en uno de sus viajes. Él lo quería mucho, pero no estaba satisfecho con la forma que le había dado a sus manos: grandes, con los dedos largos, dedos torpes... no podía jugar a la comba ni a las canicas... ni atarse los zapatos.
Así empieza este cuento, que nos relata las aventuras de la búsqueda personal de este muñeco, que no sabe para que sirve...
Un vídeo que muestra un poco lo que podéis esperar de este cuento:
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